GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN SANTA POLA

Las revisiones ginecológicas están recomendadas a partir de los 25 años o después del inicio de las primeras relaciones sexuales. Una vez realizada la primera consulta, se deben llevar a cabo una vez al año.

En estas visitas se efectúa una valoración integra del aparato genital femenino. Normalmente una cita con el ginecólogo incluye una exploración mamaria, exploración abdominal, un tacto bimanual, especuloscopia con toma citología y ecografía ginecológica para valoración del útero y los ovarios. Es de vital importancia realizar una historia clínica detalla con los antecedentes personales, familiares y ginecológicos de interés de la paciente para realizar un diagnóstico más acertado y llevar un seguimiento del mismo.

La importancia de estas revisiones reside en el diagnóstico precoz de posibles enfermedades relacionadas con la intimidad de la mujer y su aparato reproductor evitando así que puedan evolucionar a fases más complejas.

Nuestro equipo ginecológico podrá asesorarte sobre los métodos anticonceptivos disponibles que mejor se adaptan a ti y a tu pareja. Esta consulta se conoce como planificación familiar.

Es muy importante conocer los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protección y no utilizar correctamente los métodos anticonceptivos que se recomiendan. Esto se soluciona con información y asesoramiento.

Los anticonceptivos son métodos que impiden el embarazo y, en algunos casos, la transmisión de enfermedades infecciosas. Actualmente tenemos una infinidad de métodos y la elección de uno u otro dependerá de tu relación de pareja o tus necesidades personales concretas. Los más comunes son los métodos barrera como el preservativo masculino, los anticonceptivos hormonales orales, el anillo vaginal, el parche transdérmico, el dispositivo intrauterino (DIU), el implante subcutáneo y la ligadura de trompas.

Este servicio engloba las lesiones e infecciones que se producen en el cuello del útero. Es fundamental realizar un diagnóstico precoz de lesiones precancerosas de cáncer del cuello del útero ya que si se dejan evolucionar, podrían acabar desarrollando un cáncer del cuello uterino. Esto se realiza por medio de la colposcopia. Esta es una técnica que estudia la superficie del cuello del útero con un microscopio después de aplicar unos reactivos, con la que podemos ver si existen zonas afectadas y realizar una biopsia si se necesita.

Los músculos y ligamentos de la mujer, con el paso de los años y de forma natural, van perdiendo fuerza y elasticidad. Además, otros factores externos como el embarazo, el parto, el tabaco o la obesidad entre otros, agravan los problemas relacionados con el suelo pélvico.

Entendemos suelo pélvico como el conjunto de músculos y ligamentos que forman la parte inferior de la pelvis y que sostienen el útero, la vejiga, la uretra y el recto. Tenemos que empezar a preocuparnos por nuestro suelo pélvico si manifestamos síntomas de incontinencia urinaria, prolapso de órganos pélvicos o disfunción sexual.

La autoexploración de la mama es una técnica por la cual cada mujer podemos conocer la normalidad de nuestros pechos y detectar cualquier anomalía. Estas alteraciones que detectamos deben ser tratadas por una ginecóloga o un profesional cualificado en la materia.

Si detectas cualquiera de estas anomalías, no dudes en reservar tu cita con nosotros para un examen mamario exhaustivo:

La menopausia es ese periodo comprendido entre los 45 y los 55 años de edad que toda mujer experimenta. Se debe al cese de la actividad ovárica y se caracteriza por el final de la menstruación.

Los principales síntomas que nos pueden advertir que se trata de la menopausia son:

• Sofocos
• Alteración del estado de ánimo
• Disfunción sexual
• Sequedad vaginal
• Alteraciones del sueño

Existen diversos tratamientos y actividades que podemos llevar a cabo para que esta etapa sea lo más confortable posible, pero hemos de estudiar cada caso en concreto. De ahí la importancia de consultar con tu ginecóloga acerca de tu situación particular.

Las infecciones vaginales pueden venir por innumerables motivos. Consisten básicamente cuando microrganismos patógenos se instalan en nuestra flora vaginal. Las alertas más comunes para identificarlas son:

Cualquier sangrado vaginal o ausencia del mismo nos lleva a una alteración de nuestra menstruación. Si esto se produce de forma habitual, deberías visitar a tu ginecóloga para descartar problemas mayores.

Los motivos de consulta principales son:

Bienvenida a una de las etapas más bonitas de tu vida como mamá. Nosotros te acompañaremos durante todo el embarazo y te daremos las pautas necesarias para que vaya como debe ir. Por ello, es de vital importancia realizar un seguimiento exhaustivo de ti y del bebé y monitorizarlo todo para asegurarnos que estáis sanos y el futuro bebé se desarrolla correctamente.

Estas consultas las dividiremos por semanas, donde conforme avance tu embarazo iremos estudiando diversos parámetros con análisis, test de ADN fetal, ecografías…  Puedes ver todas estas fases aquí.

Tras el parto, a menudo nos encontramos perdidas y tenemos muchas dudas sobre si realmente estamos asegurando el bienestar de nuestro bebé y el de nosotras mismas. Es necesario acudir a nuestra ginecóloga tras el parto para verificar que nuestras zonas íntimas se han recuperado correctamente tras el periodo del embarazo y el parto. Es un momento mágico pero también muy intenso y necesitamos saber que todo ha ido bien.

Además, tras el parto pueden ocurrir desajustes hormonales y variaciones en nuestro organismo. Es importante estar atentas a ellos y controlarlos para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible. De esta etapa en adelante lo que más debe preocuparnos es la atención a nuestro bebé y, por ello, para poder disfrutar de todo lo demás, nosotras tenemos que estar bien.