Problemas en las relaciones sociales
TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS
Las personas somos seres sociales y tenemos la necesidad de relacionarnos con otras personas. Sin embargo, hay ocasiones en las que la timidez o las dificultades a la hora de establecer relaciones sociales se convierten en un inconveniente a la hora de afrontar nuestra vida cotidiana. Ser tímido no debe conllevar ningún problema, además todas las personas podemos llegar a serlo en algún momento de nuestra vida. No obstante, cuando el nivel de timidez nos limita, nos genera malestar y consecuencias negativas, debemos pedir ayuda y buscar soluciones.
Un profesional de la psicología puede ayudarte a la hora de entrenar la asertividad, las habilidades sociales, el miedo al rechazo y/o la fobia social. Además, se pueden abordar las dificultades a la hora de mantener o establecer amistades. La terapia te proporcionará ayuda a la hora de conocer y controlar tus emociones y te facilitará herramientas para mejorar la socialización.
¿Cómo trabajamos los problemas relacionados con las relaciones sociales en nuestra consulta de psicología?
En primer lugar, es conveniente destacar que antes de escoger un posible tratamiento que ayude al paciente con sus problemas sociales, el psicólogo deberá indagar sobre los motivos por los que la persona está teniendo dificultades a la hora de relacionarse. No es lo mismo que a una persona le cueste relacionarse porque sea tímida, porque carezca de habilidades sociales, o porque en el pasado haya vivido un evento traumático relacionado con el ámbito social. Por lo tanto, averiguar el motivo será el punto de partida a la hora de escoger una terapia adecuada. En este caso y a modo de ejemplo, se partirá de la base de que al paciente lo que le ocurre es que carece de habilidades sociales.
Técnicas psicológicas que trabajamos para los problemas de relaciones sociales:
- Entrenamiento en habilidades sociales: A través de dicha técnica se pretende que la persona identifique y aprenda cuáles son las habilidades sociales básicas (iniciar una conversación, presentarse, dar las gracias etc.) y complejas (trabajar la empatía, potenciar la inteligencia emocional, practicar la asertividad, etc.).
- Entrenamiento en relajación: Se le enseña al paciente la relajación diafragmática lenta y la relajación muscular progresiva con el objetivo de que disminuya el nivel de ansiedad. Las técnicas de distracción también suelen resultar de gran ayuda.
- Role-playing: A través de esta técnica el profesional ayudará al paciente a escenificar distintas situaciones sociales de la vida cotidiana en consulta. De este modo, la persona se familiarizará y ganará soltura a la hora de desenvolverse en otros ambientes.
- Desensibilización sistemática y exposición controlada y progresiva ante las situaciones temidas: Un ejemplo claro de ello podría ser hablar en público, iniciar una conversación, etc. A través de esta técnica, el paciente debe exponerse progresivamente ante la situación que le genera malestar.