Autoestima
TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS SANTA POLA
La baja autoestima conlleva una visión negativa de nosotros mismos y nos limita en múltiples facetas de nuestra vida. Normalmente la baja autoestima nos provoca inseguridad a la hora de expresar gustos y opiniones por miedo a ser rechazos, conlleva dificultades a la hora de relacionarnos socialmente, nos hace poner el foco en nuestras debilidades en lugar de valorar nuestras fortalezas, y nos lleva a depender en exceso de las opiniones del resto.
Si te sientes identificado y deseas aprender a quererte y a valorarte, te ofrecemos múltiples herramientas basadas en la evidencia científica que pueden ayudarte a aumentar tu autoestima y a mejorar tu calidad de vida.
¿Cómo trabajamos la autoestima en nuestra consulta de psicología?
En la actualidad existen múltiples técnicas que pueden ayudarnos a la hora de aumentar nuestra autoestima y nuestro autocuidado. Sin embargo, a la hora de escoger cuál de ellas llevar a cabo en terapia es conveniente conocer el contexto del paciente y sus preferencias. De ese modo, el proceso terapéutico se hará de un modo individualizado y en base a las necesidades de la persona.
Técnicas para trabajar la autoestima y de ayuda durante tu proceso de cambio:
- Elabora un listado de tus fortalezas: Por norma general, solemos tener más presente nuestros errores que nuestros éxitos. A través de este ejercicio nos “obligamos” a invertir un rato de nuestro tiempo en recopilar las virtudes que poseemos y las cosas que hacemos bien. A la hora de redactar el listado, debemos distinguir entre: elogios que recuerdes que otras personas te hayan dicho, capacidades y fortalezas que tú consideres que posees, y cosas que hayas conseguido por las que sientas orgullo.
- La caja de los autoregalos: Esta actividad tiene como objetivo fomentar el autocuidado y que la persona, casi sin darse cuenta, dedique un rato al día para realizar actividades que le generan bienestar. ¿Cómo se hace? Le pedimos al paciente que anote en varios papelitos cosas agradables que pueda hacer por sí mismo en el día a día. No se trata de escribir grandes cosas, sino pequeñas acciones no materiales: leer un libro que llevabas tiempo queriendo leer, dar un paseo por un lugar agradable, charlar con un amigo, practicar deporte, etc. El siguiente paso, es meter todos los papelitos en una caja. Cada día, la persona, deberá coger uno al azar y comprometerse a llevarlo a cabo.
- Establecer metas realistas: Es fundamental que la persona aprenda a formular sus objetivos de un modo realista y a elaborar planes de acción. Los planes de acción ayudarán al paciente a clarificar cuáles son las conductas concretas que va a llevar a cabo para conseguir sus metas. Aprender a ejercitar la paciencia también será de gran ayuda, ya que cuando queremos conseguir las cosas de un modo rápido nos desmotivamos al ver que no conseguimos lo esperado. Desde aquí, proponemos orientar al paciente para que consiga pequeñas metas alcanzables, antes de lograr el objetivo final. De este modo, la autoestima y el sentimiento de logro al ver que va consiguiendo pequeñas metas aumentará.
- Tomar conciencia del modo en el que nos hablamos a nosotros mismos: Esta actividad pone el foco en el modo en el que muchas veces las personas nos hablamos a nosotros mismos. Solemos ser mucho más duros con nosotros mismos que con el resto de personas, y además empleamos palabras que lejos de reconfortarnos, nos minan la autoestima. El objetivo es enseñar al paciente a identificar las situaciones en las que de un modo automático no se habla correctamente. Sobre todo, es importante resaltar y explicar que cuando cometamos errores, en vez de machacarnos a través de un discurso interno, debemos ofrecernos críticas constructivas que nos lleven a mejorar.
- Aprender a cuidar las relaciones personales: Dedicar parte de nuestro tiempo a cultivar nuestras amistades o nuestra relación de pareja será fundamental a la hora de sentirnos bien con nosotros mismos. Desde aquí, ayudamos al paciente a que tome la decisión de resolver conflictos pendientes o a que establezca nuevos vínculos, con el fin de que la persona cuente con una red de apoyo de calidad.