Dieta Cetogénica. ¿Famosa, efectiva y saludable?
Seguro que habéis oído hablar de la dieta cetogénica ya que muchos personajes públicos la han seguido y nos han contado sus “increíbles” resultados… pero, ¿realmente sabéis en qué consiste y si es saludable?
Qué es la dieta cetogénica
La dieta cetogénica, no es como “la dieta de la alcachofa” o de “la piña”, realmente, es una estrategia nutricional que busca que nuestro organismo entre en cetosis. Ahora bien, ¿qué significa este término? Significa que nuestro organismo no tenga la posibilidad de obtener energía a partir de los carbohidratos. Puede der porque no los estamos ingiriendo o bien porque sus cantidades sean mínimas y obtenga la energía a partir de las grasas.
Nuestro organismo es muy eficiente obteniendo energía a partir de los carbohidratos pero no lo es tanto cuando la energía tiene que conseguirla de las grasas y esto es lo que se llama “entrar en cetosis”. Cuando se produce esto, se crean unas sustancias llamadas cuerpos cetónicos, de ahí, el nombre tan curioso. Estos cuerpos cetónicos pueden ser utilizados por el cerebro para obtener energía, pero, en una cantidad controlada, de ahí la IMPORTANCIA de no hacer esta dieta a través de las recomendaciones de una revista, sino de un PROFESIONAL.
Cómo llevarla a cabo
Normalmente, las proporciones están distribuidas en: 70-75% de grasas, un 20-30% de proteínas y 5-10% de carbohidratos. Cabe destacar, que no todo el mundo entra en cetosis en el mismo punto. Por eso se tienen que jugar con las proporciones de los nutrientes y con el tiempo que hay que llevar esta estrategia. Es importante saber que NO es una alimentación habitual, sino una estrategia temporal para mejorar la capacidad de obtener energía de distintos tipos de nutrientes de manera eficiente.
Obviamente, si nuestro cuerpo utiliza las grasas almacenadas como fuente de energía, perderemos grasa, pero debemos tener en cuenta que hasta que nuestro organismo esté habituado a esta forma de obtención de energía, pueden darse diversos efectos secundarios como orinar en mayor cantidad, bajadas de azúcar en sangre, fatiga o mareos y un aliento diferente. El organismo suele tardar alrededor de 2 semanas para entrar en este estado cetogénico, siempre que no tengas un sobrepeso severo. En estos casos, haría falta más tiempo. Un punto importante, ¿cómo sé si realmente estoy en cetosis? Normalmente, se comprueba a través de la orina, con unas tiras reactivas que indican el nivel de cetosis.
Los alimentos que deben componer esta estrategia son los lácteos, huevos, carne, vegetales, fiambres, frutos secos, bebidas y condimentos. Mientras que los alimentos restringidos son las frutas, cereales y legumbres, como ya he dicho, temporalmente.
Sí es cierto que esta dieta también puede ser muy saciante por su alto contenido en grasa y proteínas y que el consumo de grasas como frutos secos, salmón, aceite de oliva… son alimentos saludables, pero siempre y cuando se ingieran en su justa medida y el contenido de proteínas variemos su procedencia, es decir que no todas sean de origen animal.
Esta dieta ha mostrado buenos resultados a corto plazo y medio plazo en la pérdida de grasa. A largo plazo las dietas tan estrictas pueden llegar a provocar problemas de salud en algunas personas.
¡Atención! Si utilizamos la dieta cetogénica como dieta milagrosa para perder peso de forma rápida e incluso añadimos batidos o barritas (como nos venden algunos métodos), posteriormente recuperarás todo el peso perdido e incluso generarás un efecto rebote. En los casos de querer perder peso, hay muchas maneras de generar un déficit calórico. La clave es aprender a comer de todo de manera saludable, consiguiendo nuestras metas pero sobretodo equilibrando nuestra alimentación y eligiendo alimentos de calidad.
Como conclusión, la dieta cetogénica o cualquier otra “dieta milagro” debe ser siempre dirigida y controlada por un nutricionista profesional. Tanto si se quiere usar para mejorar la composición corporal como si queremos mejorar los síntomas de algunas enfermedades concretas en las que podría ayudar.
Cada persona tiene una capacidad de respuesta, por ello, sea la dieta que sea, siempre tiene que estar dirigida por una nutricionista profesional y cualificada.