Fisioterapia deportiva en la playa: cuidado de lesiones en verano

El verano, el sol… y, en ocasiones, también llegan las lesiones

Es pensar en verano y ya apetece moverse. Entre las vacaciones, la brisa del mar, el impulso de estar activos al aire libre y la energía que da el buen tiempo, lo raro sería quedarse quieto. La playa parece el lugar ideal para todo: correr al borde del agua, unos toques de balón con amigos, quizá ejercicios en la arena… Pero, claro, si no se tiene algo de cabeza o si uno se deja llevar más de la cuenta, puede acabar con el cuerpo dando la voz de alarma.

Desde clínica del rio hortega lo vemos cada año, y no falla: los esguinces, las contracturas, las lumbalgias y esas roturas musculares que aparecen cuando menos lo esperas. No es casualidad. Es que el entorno cambia y el cuerpo, que está acostumbrado a otra cosa, de repente tiene que lidiar con arena inestable, calor sofocante, calzado poco adecuado… y con las ganas, que muchas veces nos juegan una mala pasada.

Por qué aumentan las lesiones en la playa

Hay una combinación de factores que hace que el verano sea terreno fértil para las lesiones, y cuando se juntan todos… mal asunto:

  • El terreno cambia por completo. Pasas del suelo firme del gimnasio o la calle a la arena, que es como una trampa blanda para tus tobillos y rodillas.
  • Te quitas las zapatillas sin más. Y claro, sin progresar poco a poco, te cargas la fascia del pie o te sobrecargas los gemelos sin darte cuenta.
  • Te lanzas al deporte con muchas ganas, pero poca preparación. Si llevas meses sin moverte y de repente haces una hora de vóley playa, el cuerpo lo nota.
  • Con el calor se te va la fuerza. Musculatura fatigada, mente algo nublada, menos reflejos.
  • Y el calentamiento… ¿quién calienta antes de un partido improvisado con los amigos? Pues eso, luego vienen las sorpresas.

Lesiones más frecuentes durante el verano en la playa

Esto lo vemos cada verano, y te describimos las más habituales:

Esguinces en tobillos o rodillas

La arena, seca sobre todo, es traicionera. Si no tienes buena estabilidad, cualquier movimiento inadecuado puede hacerte daño. Más aún si ya vienes con alguna debilidad previa.

Contracturas y sobrecargas

Los saltos, las carreras cortas… especialmente si no estás acostumbrado, acaban sobrecargando los músculos. Cuádriceps, isquios, gemelos… se quejan, y con razón.

Dolores de espalda

Coger peso mal, jugar torcido o tirarte todo el día tumbado en mala postura. Así es como empieza la típica lumbalgia veraniega.

Fascitis plantar

Ir descalzo por la playa suena muy bien, pero si no estás habituado, es la receta perfecta para que te moleste la planta del pie durante días. En ocasiones semanas.

Cortes, golpes, tropiezos

No es lo más técnico, pero sí lo más habitual. Una concha, una piedra, un mal paso, y puedes tener un problema.

Cómo prevenir lesiones deportivas en la playa

Lo más importante, sin duda, es adelantarse. Y ahí la fisioterapia puede marcar la diferencia, porque no solo curamos: también preparamos al cuerpo para lo que viene.
Algunas ideas básicas para prevenir:

  • Calienta aunque sea un poco. 10 minutos de movilidad y activación antes de lanzarte a hacer cualquier actividad.
  • Empieza suave. No pretendas recuperar todo el año en una tarde. Dale tiempo al cuerpo.
  • Técnicas bien hechas. Ya sea para levantar una mochila o para correr, hacerlo bien evita disgustos.
  • Bebe agua a menudo. No esperes a tener sed. Hidratarse es parte del entrenamiento.
  • No te machaques a pleno sol. Entre las 12 y las 5, el cuerpo rinde peor y se fatiga antes.
  • Entrena todo el año. Si tu cuerpo ya está fuerte y acostumbrado, lo aguantará mucho mejor todo.

Ejercicios recomendados por nuestros fisioterapeutas para entrenar en la playa

La playa puede ser un gimnasio increíble, pero hay que saber usarlo. Aquí van algunos ejercicios que proponemos en consulta:

En la arena:

  • Camina o trota descalzo, pero con cabeza. Activas músculos que normalmente no se usan.
  • Haz sentadillas o zancadas. Cuestan más en arena, pero fortalecen el doble.
  • Prueba el skipping. Las rodillas arriba, el corazón bombeando, y coordinación en marcha.
  • Plancha. Parece sencilla, pero estabiliza con gran eficacia.

En el agua:

  • Camina con el agua por la cintura. Descargas articulaciones y mueves todo el cuerpo.
  • Eleva piernas de lado. Trabajas estabilidad sin impacto.
  • Remo con resistencia. Ideal para espalda, sin dañar hombros.

Haz lo que puedas, como puedas. Pero hazlo bien.

¿Qué puede aportar la fisioterapia deportiva en verano?

En verano seguimos haciendo lo mismo que el resto del año, pero con algún matiz. Porque el cuerpo responde diferente en la playa, y hay que adaptarse.

¿Y cómo lo hacemos?:

  • Te valoramos de arriba abajo. Miramos cómo pisas, cómo te mueves, qué haces mal sin darte cuenta.
  • Creamos un plan. Uno que tenga sentido contigo, con tu ritmo, con lo que te gusta hacer.
  • Aplicamos técnicas que alivian, desbloquean, relajan. Y no solo cuando hay dolor. También para prevenir.
  • Te acompañamos. Porque entender tu cuerpo es el primer paso para cuidarlo con criterio.

Cuando deberías acudir a un fisioterapeuta

Cuando algo molesta más de la cuenta. Si tienes dolor que no se va, si algo se inflama, si te cuesta moverte como antes. No lo dejes pasar, porque cuanto antes lo trates, mejor.

En nuestra clinica nos fijamos en ti, en tu caso concreto, en lo que haces y lo que quieres hacer. Cada cuerpo es distinto, cada lesión también.

Conclusión: el verano puede ser tu mejor aliado, si sabes cómo cuidarte

Moverse en verano es un placer. Mucho. Pero es mejor cuando puedes hacerlo sin preocuparte por si mañana no vas a poder andar. La fisioterapia en la playa es una forma de cuidar tu cuerpo, prepararlo, entenderlo mejor. No se trata de parar, sino de hacerlo con sentido.

En la Clínica del Río Hortega estamos para eso: para ayudarte a que el verano sea para disfrutarlo. Y no para arrastrar una lesión que te estropee los días de sol.

¿Te animas a moverte mejor este verano?