Tratamientos de podología  en Santa Pola

CLÍNICA DE PODOLOGÍA EN SANTA POLA

Nuestro objetivo es prevenir, diagnosticar y tratar los problemas del pie, los cuales en muchas ocasiones están relacionados con problemas en rodilla, cadera y con los dolores de espalda.

El podólogo, igual que el resto de profesionales de la salud, ha de tener el título que le habilita para la práctica de la podología, para el cual se prepara durante años en la universidad adquiriendo conocimientos específicos en su rama, como son: anatomía, fisiología, biología, bioética, podología general, infantil, geriátrica y deportiva además de en pie diabético y cirugía.

En Policlínica del Río-Hortega, trabajamos de forma multidisciplinar, si el caso así lo requiere, para abordar ciertos tratamientos con otros profesionales sanitarios, como son con nuestra Unidad de Fisioterapia o de Nutrición y Dietética. El trabajo en equipo y tratar la patología desde diferentes puntos de vista profesionales, en la mayoría de los casos, es la clave del éxito.

Quiropodia

La quiropodia es el tratamiento más común en la consulta de podología. Consiste en eliminar las hiperqueratosis de los pies y mejorar la salud de las uñas mediante el deslaminado y fresado de éstas.

Son típicas las difusas, que es la piel dura que no duele, pero también solemos sufrir de hiperqueratosis localizadas en un punto que llegan a ser muy dolorosas. En éstas influye más el factor óseo y para solucionarlas definitivamente, además de una quiropodia exhaustiva, podemos recurrir a plantillas o a cirugía MIS (mínima incisión).

Quiropodia-podologia-policlinica-del-rio-hortega-santa-pola

Las hiperqueratosis son el engrosamiento de la piel (durezas, callos, ojos de pollo, clavos…), debido a un aumento de acumulación de células muertas en una zona localizada. Se producen por un exceso de presión por una mala alineación de los huesos junto con el desplazamiento de la capa de grasa que amortigua en la planta del pie, teniendo que ver también el uso de un calzado inadecuado.

Exploración Biomecánica

Con un estudio correcto de la pisada prevenimos lesiones osteoarticulares, musculares y ligamentosas como esguinces, fascitis, sobrecargas musculares, dolores en la zona anterior del pie, lumbalgias, tendinitis o dolores de rodilla porque un mal apoyo del pie puede derivar en zonas superiores. También observamos posibles disimetrías, que son las diferencias de longitud entre una pierna y otra.

Una evaluación biomecánica consta del análisis de la pisada y de la marcha para determinar el estado articular, muscular y ligamentoso de los miembros inferiores y cómo interactúan en relación a otras partes del cuerpo, pudiendo así conocer si hay o si podría haber en un futuro alguna patología y qué tipo de tratamiento es el más adecuado.

La evaluación biomecánica se compone de varios pasos:

  1. Anamnesis: Es la charla con nuestros pacientes antes del estudio con la que se pretende conocer la causa de la visita, el origen de la dolencia y la necesidad de cada uno.
  2. Exploración en la camilla: Se valora el estado articular y rangos de movimiento en tobillo, rodilla y cadera. Las limitaciones en estas zonas nos orientan hacia el motivo de la patología.
  3. Exploración en carga: De pie podemos conocer mejor cómo se activan los grupos musculares de los miembros inferiores y la elasticidad que tenemos para moverlos.
  4. Estudio de la huella en nuestra plataforma de presiones: En ella vemos los puntos de máxima presión/apoyo en los pies y la posición del centro de gravedad de nuestro cuerpo, que ha de estar centrado.
  5. Análisis dinámico: Se observa cómo se mueve el conjunto de pie, tobillo, rodilla y caderas durante la marcha, lo que nos permite analizar las compensaciones que se crean al tener ciertas patologías y las patologías que se crean al compensar ciertas carencias biomecánicas.

Plantillas

Las plantillas son aparatos ortésicos especiales para tratar diversas alteraciones del pie ayudando a corregir una función anormal durante la marcha.

Antes de la prescripción de unas plantillas personalizadas ha de realizarse una evaluación biomecánica, que consiste en el examen exhaustivo de los miembros inferiores (cadera, muslo, rodilla, pierna, tobillo y pie) en estática y en dinámica, para dar con la causa de nuestra afección.

Tras la exploración y ya con un diagnóstico claro, se procede a la toma del molde en espuma fenólica. Estas espumas son enviadas a una empresa colaboradora para que realicen las plantillas con tecnología CAD/CAM (Diseño Asistido por Computadora y Mecanizadas) fabricándolas con los mejores materiales.

Una vez entregadas, hacemos revisiones periódicas gratuitas para todos nuestros pacientes, en las cuales examinamos la mejora y evolución de la patología y evaluamos la continuación o cambio del tratamiento.

Verrugas Plantares

Las verrugas plantares son pequeñas tumoraciones benignas causadas por el VPH (virus del papiloma humano).

Hay más de 100 tipos diferentes de VPH. Según el tipo del que nos contagiemos sufriremos las verrugas en una zona diferente del cuerpo, incluidos los pies. Las verrugas plantares producen engrosamiento de la piel, parecido al de las hiperqueratosis, por lo que un buen examen hará que las tratemos a tiempo y así evitar el contagio a otras personas. También son muy dolorosas y pueden aparecer más de una a la vez.

Policlínica del Río-Hortega cuenta con una unidad de podología donde realizamos tratamientos personalizados en función del paciente, el tipo de verruga, la localización y el tiempo de evolución.

La mayoría de personas tendrán una infección por VPH en algún momento de sus vidas, pero por lo general el sistema inmunológico del cuerpo lo combate y puede desaparecer por sí mismo (por supuesto no hablamos de los tipos cancerígenos en cérvix, para los cuales se necesitan revisiones y tratamiento). Lo malo del VPH es que es altamente contagioso y por eso recomendamos su tratamiento.

El contagio se puede producir en piscinas, duchas de gimnasio, la ducha de casa… los ambientes húmedos son los preferidos de este virus (como de los hongos) y su periodo de incubación va de las pocas semanas a incluso los 8 meses. Suelen aflorar cuando estamos bajos de defensas, cosa que también influye en la dificultad a la hora de tratarlo.

Juanetes

El juanete y los dedos en garra se tratan según el estadio (fase) en el que se encuentra. En su inicio o antes, si sabes que en tu familia hay antecedentes, lo mejor es realizar una buena exploración biomecánica por un podólogo especializado para dar con lo que lo está causando y poder aplicar el mejor tratamiento para prevenir que vaya a más.

Cuando llevamos varios años con el juanete (si es muy doloroso o nos incomoda estéticamente) necesitaremos una buena orientación en cirugía, los mismo que con los dedos en garra, puesto que es la única manera de devolverle al pie y los dedos una forma adecuada. Por supuesto, siempre habrá que realizar (antes y después de la cirugía) una exploración biomecánica para conocer el origen y tratarlo también. No tiene sentido operarse si no tratamos la causa principal, porque volverá a hacerse la deformidad.

Pies diabéticos

Es fundamental el papel de la podología en los cuidados del pie diabético. Si eres diabético en nuestra unidad de podología en Santa Pola te enseñaremos a mantener un estado óptimo del pie para prevenir las úlceras enseñándote un buen corte de uñas, correcta higiene de los pies, saber qué calzado es el más adecuado para ti y aconsejarte qué tipo de plantilla personalizada necesitas para optimizar el reparto de presiones en el pie, contener las deformidades y así evitar la aparición de úlceras.

El cuidado mensual de las uñas en personas diabéticas más mayores (junto con problemas circulatorios) es muy importante. Las uñas crecen más lento y más gruesas y bajo ellas solemos encontrarnos pequeñas úlceras que no se ven hasta que limpiamos la uña.

El exceso de glucosa (azúcar) altera los vasos sanguíneos, que dejan de alimentar bien al resto de estructuras del pie, como la piel y los nervios, por lo que la circulación y la sensibilidad se ven afectados, favoreciendo la aparición de úlceras al estar éstas debilitadas. Si hay deformidades en los dedos, por ejemplo, que crean excesos de presión reflejados en callos, la piel está más expuesta y acaba ulcerándose en esa zona.

Hay que estar muy atentos a la piel seca, a la fatiga al caminar, la falta de movilidad en las articulaciones, ampollas, roces o cortes y las uñas que se clavan, que provocan que la piel se abra y se pueda infectar. Los cambios en ella de coloración y temperatura indican infección. Sobre la diabetes hay que llevar un control estricto y utilizar cremas especiales para el control de la sequedad.

Patologías Ungueales

Las uñas pueden padecer diferentes afecciones por hongos, bacterias, por una mala morfología, por la edad, por un mal calzado y por algunas enfermedades sistémicas.

Por ello debemos analizar y diagnosticar de una manera global, teniendo en cuenta todas las características y antecedentes del paciente, para realizar un correcto diagnóstico y tratar adecuadamente.

Afecciones ungueales más comunes:

  • Uñas incarnadas (uñas clavadas).
  • Uñas negras (típicas en deportistas).
  • Uñas engrosadas (muy comunes en personas mayores).
  • Hongos (onicomicosis).

Ortonixias

La ortonixia es una técnica muy sencilla de poner y de entender cómo funciona. Consiste en la aplicación de tensores de fuerza de superficie (se sobrepone una fuerza en otra dirección sobre la uña) para corregir la forma ungueal evitando así que presione de más sobre la piel cercana clavándose. El ejemplo más común para que entendáis qué son es la ortodoncia dental que corrige la posición de nuestros dientes, solo que en vez de aplicar ‘el bracket’ a todas las uñas se aplica solamente a la afectada. No vamos a dejar que olvidéis que muchos problemas de uñas y pie vienen por un calzado inadecuado, hongos, mal corte de uñas o una mala pisada, por lo que en consulta os orientaremos en todo.

Existen desde hace años varios tipos de ortonixias: lengüetas plásticas y el alambre metálico. Pero gracias a la I+D podológica hoy en día tenemos un híbrido maravilloso de base plástica y esqueleto metálico que es con el que trabajamos en nuestra clínica de Santa Pola.

La base se adhiere a la uña con adhesivo de cianocrilato de manera transversal de un lado a otro de la lámina ungueal y una vez seco se aplica fuerza en el esqueleto metálico para modificar la trayectoria. Este esqueleto se corta después por la parte superior y se nivela para dejarlo liso y estético. No necesita anestesia porque es indoloro, no produce alergias y lo mejor de todo es que dura hasta 2 meses o más según el crecimiento de la uña.

ORTONIXIAS: La alternativa a la cirugía ungueal gracias a la ciencia de la podología. Tus pies ponlos siempre en manos de podólogos especializados.