Consejos para una menopausia saludable
Todo lo que debes saber sobre la menopausia. ¿Qué es?
La menopausia es la fecha de la última regla en la vida de la mujer, en la que desaparece, por tanto, su fertilidad. Se suele producir entre los 48 y los 54 años; la media está en 51,4 años.
Alrededor de la menopausia se producen una serie de cambios hormonales que pueden condicionar la aparición de síntomas. Es el periodo denominado “transición a la menopausia”.
¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?
Las mujeres pueden tener diferentes síntomas en la menopausia. Eso se debe a que el estrógeno es utilizado por muchas partes del cuerpo. A medida que una mujer va teniendo menos estrógeno, podría tener varios síntomas.
- Cambios en su periodo: puede ser que tus periodos ya no sean regulares, pueden ser más cortos o durar más, puede sangrar más o menos de lo habitual.
- Calores súbitos o sofocos: muchas mujeres tienen calores súbitos que pueden durar unos cuantos años después de la menopausia. Pueden estar relacionados con cambios en los niveles de estrógeno.
- Salud vaginal: la vagina puede volverse más seca. Esto podría hacer que las relaciones sexuales resulten incómodas. También podría tener otros problemas de salud, como infecciones vaginales o de la vejiga.
- Control de la vejiga: a algunas mujeres también les resulta difícil aguantar la orina el tiempo suficiente para llegar al baño. Esta pérdida de control de la vejiga se llama incontinencia.
- Insomnio: alrededor de la mediana edad, algunas mujeres comienzan a tener problemas para dormir bien toda la noche.
- Disminución del deseo sexual: el deseo sexual cambia y puede disminuir significativamente.
- Alteraciones en el estado de ánimo: podrías sufrir cambios bruscos de humor o sentirte irritable cerca de la etapa de la menopausia.
- Cambios en la figura: tu cintura puede ensanchar, puedes perder masa muscular y ganar grasa, la piel podría adelgazar, sus articulaciones y músculos podrían sentirse entumecidos y adoloridos.
Consejos para mejorar la calidad de vida
Siga una alimentación saludable, rica en calcio, vitamina D y aceites grasos esenciales. Evite el exceso de hidratos de carbono, cafeína o alcohol.
No consuma comidas procesadas.
Haga ejercicio físico regular. Los ejercicios de Kegel y los hipopresivos pueden ayudar a mejorar la tonicidad del suelo pélvico y la vascularización de la vagina, ayudando a controlar posibles escapes de orina y mejorando las relaciones sexuales.
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