Consejos para evitar la fatiga mental
Consejos para evitar la fatiga mental. Ya sea por la situación mundial actual o por simple estrés cotidiano, la realidad es que siempre vamos con prisas. Vivimos en una era que se caracteriza por la inmediatez donde todo requiere ser mirado, analizado y trabajado. Incluso levantándote más temprano, sientes que el día no lo estiras todo lo que quisieras y terminas agotado. No solo física, sino mentalmente. Quizá sientas que todo se te olvida, no te concentras, estás siempre cansado, no rindes, etc. Pero lo más obvio es que padezcas de fatiga mental. De ser así, ¿a qué se debe?
Agotamiento mental por sobrecarga. Esto es común si cumpliendo o no con tu cuota de actividades diarias, tu cuerpo y tu mente te cobran factura. Te sientes sin energía, no aprecias tu esfuerzo, incluso si cumpliste con tus objetivos.
Límites de tu cerebro. Existe la llamada “memoria de trabajo”, que es una fuente de información donde se guarda todo lo necesario para resolver tus problemas cotidianos. Pero esta memoria no es inagotable: tiene sus límites. Tu atención tampoco es ilimitada. Es común decirles a los niños que se concentren, que no se distraigan cuando hacen sus tareas del cole, por ejemplo. Pero no hay que olvidar que como adulto tu atención sostenida dura un máximo de 35 minutos. Es posible entrenarla más… ¿Has notado que saltas de una actividad a otra o de un tema a otro, sin concluir? Pues es por ello.
¿Eres multitasking? Si te ufanas de hacer mil cosas al mismo tiempo, suena bien, pero puede ser adictivo. Pero no hay una atención dividida como tal, sino que tu cerebro sufre en enfocarse rápidamente de una cosa a otra. Como resultado, más temprano que tarde notarás que eres menos efectivo y te pesa organizarte bien. Y si a esto le sumas festividades o eventos en puerta, la sobreestimulación y carga de trabajo te atraparán.
5 consejos para evitar la fatiga mental
1- Vive en el aquí y el ahora. Los ejercicios de respiración tipo mindfulness, la meditación, son buenas herramientas para ello. Así podrás ser más productivo incluso haciendo una cosa a la vez. Usar una agenda donde apuntes tus tareas con fecha y hora, hará que dejes de pensar todo el día mil cosas que tienes pendientes. De preferencia hazlo a la antigua, a mano: lo asimilarás mejor. Incluso si colocas una especie de bandeja de entrada donde coloque las labores pendientes, te servirá.
2- Anticípate. Sí, al final del día lo único que te apetece es relajarte y olvidarte de todo. Pero ojo: es posible que incluso te despiertes de madrugada pensando en las cosas pendientes del otro día. Mejor al final de tu jornada dedica unos 10 minutos a escribir tus pendientes, poniendo al inicio los más importantes. Pero no te impongas tareas titánicas, ni las que requieran de varios días las quieras hacer en uno solo. Dividir en pequeñas tareas será mucho más útil y eficiente.
3- Permite que te ayuden. No eres multitarea ni es sano hacerlo. Pide a tu pareja o a tus hijos que se encarguen de ciertas labores. Si no lo haces porque hay problemas de pareja o de comunicación, ¡también hay soluciones! Es muy sano solicitar ayuda profesional de un psicólogo.
4- Dedícate tiempo. Es importante que te desconectes de todo de vez en cuando. No tienes que esperar a que sean vacaciones o días festivos (que pueden ser estresantes). ¿Qué tal un masaje profesional y aromaterapia o un masaje con piedras calientes? Ten en cuenta que tu cerebro es más productivo cuando descansas y te relajas eficientemente (y tu cuerpo también lo agradecerá).
5- Detente y analiza. No te dejes llevar por la vorágine social. Tienes todo el derecho de frenar y decidir que no apeteces hacerlo o dejarlo de lado porque no te aporta. Tampoco te compares con otros que “hacen mucho más” y aprende a decir NO. Si todo esto te pesa, nuevamente, la ayuda profesional de un psicólogo será de enorme utilidad. Ya sea para una terapia de pareja, de grupo u otro tratamiento psicológico.